El uso de medicamentos contra la ansiedad y ataques de pánico durante el embarazo


mujer embarazada


¿Es el desorden de ansiedad de una mujer embarazada un riesgo para su bebé? Aunque investigaciones anteriores sugirieron que los trastornos de ansiedad y de pánico en las mujeres embarazadas podrían tener resultados negativos para sus bebés, como el bajo peso al nacer o el nacimiento prematuro, los nuevos hallazgos de investigadores de la Universidad de Yale no respaldan esta conclusión. Estos últimos estudios pueden ser un alivio para muchas mujeres, dado que el 5% de ellas tienen trastorno de pánico y hasta el 10% sufren de trastorno de ansiedad generalizada (TAG).

Los datos también sugieren que el uso por parte de mujeres embarazadas de los medicamentos comúnmente utilizados para tratar estas afecciones, los inhibidores de la recaptación de serotonina (IRS) y las benzodiazepinas, están asociados con el aumento de algunos riesgos. Sin embargo, los investigadores sitúan la tasa de aparición de resultados adversos como "muy modesta".


La investigación

El estudio, publicado recientemente en “JAMA Psychiatry”, se basó en un seguimiento a más de 2600 mujeres durante el embarazo y en las semanas siguientes. 98 de las participantes cumplieron los criterios de los investigadores para el trastorno de pánico y 252 lo hicieron para el trastorno de ansiedad generalizada. En algún momento durante el embarazo, 67 participantes tomaron un medicamento con benzodiazepinas y 293 consumieron IRS.

Si bien los estudios previos de estos trastornos y sus efectos sobre el embarazo se basaron en datos existentes en registros de nacimientos, los nuevos datos se basan en el análisis prospectivo de un grupo grande de mujeres. "Tenemos una evaluación detallada de qué enfermedades psiquiátricas padecían, así como los medicamentos que tomaron y sus dosis", dice la autora principal del estudio, Kimberly Ann Yonkers, psiquiatra y profesora de la Escuela de Salud Pública de Yale. "Creo que es mucho más fuerte que confiar en el diagnóstico de registros médicos, que forma la base de muchos de los estudios de registro".

Los investigadores controlaron estadísticamente los factores que podrían haber producido una aparente asociación entre los trastornos y las complicaciones relacionadas con el embarazo, como beber, fumar o consumir drogas. Pero descubrieron que tener un trastorno de pánico o un trastorno de ansiedad generalizada no estaba, en sí mismo, asociado a complicaciones.

En contraste, el uso de benzodiazepinas se asoció con mayor incidencia de bajo peso al nacer, parto por cesárea y dificultad respiratoria neonatal, mientras que el uso de IRS se asoció con nacimientos prematuros, enfermedades hipertensivas del embarazo y la necesidad de intervención respiratoria menor después del parto. Aún así, los efectos fueron relativamente poco comunes y leves, Yonkers dice: "Ciertamente, lo que estamos viendo en términos de resultados de nacimiento con respecto a los inhibidores de la recaptación de serotonina y tal vez incluso la benzodiazepina es que no son tan malos como, por ejemplo, fumar durante el embarazo".

Aún así, los medicamentos utilizados en el tratamiento de dichos trastornos, aunque leves, pueden tener resultados adversos, por lo tanto, los riesgos y beneficios del uso de éstos durante el embarazo deben sopesarse cuidadosamente, y los tratamientos no farmacológicos deberían considerarse preferentemente.

En última instancia, la decisión de usar remedios para la ansiedad o ataque de pánico durante el embarazo debe ser tomada por la persona junto con su familia y su médico. Aún así, los datos son bastante tranquilizadores con respecto a la enfermedad, y no están asociados con una serie de resultados adversos maternos y neonatales.


Referencia:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28903165

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