Sugerencias que te servirán mucho si quieres adelgazar



Un grupo de especialistas de distintas áreas de la universidad de Filadelfia en Estados Unidos diseñó un plan de trabajo para tratar de reducir el exceso de peso en un grupo de personas para una investigación.
En dicho plan de trabajo había un conjunto de recomendaciones “extras”, esas que no son tan populares pero pueden ser la diferencia entre el éxito o fracaso al momento de querer adelgazar.
Si estas por comenzar una dieta o simplemente quieres perder algún kilo ten en cuenta estos consejos.



No llevar el estado de ánimo a la mesa

Está comprobado que cuando estamos de mal humor o deprimidos tenemos la propensión a comer más grasas y azúcares. Y en el otro extremo, cuando estamos demasiado felices también tendemos a comer de más. Por tanto cuando vayas a comer primero piensa en que el estado de ánimo que tienes en ese momento no ejerza influencia sobre la comida, haz la prueba y verás que buenos resultados da.


Cuidado con tu entorno

El ser humano es muy influenciable por la gente que lo rodea y en cuestiones alimentarias también.
Si tu familia mayoritariamente es obesa, entonces la probabilidad de que tú seas obeso aumenta casi un 80%.
Si perteneces a un grupo de amigos y estos mayoritariamente son obesos, tú probabilidad de que aumentes de peso es del 60%.
Las investigaciones científicas muestran que comemos más cuando los que nos rodean comen más; y las mujeres son el doble de susceptibles a esto.
A tenerlo en cuenta.


¿Sabes realmente cuando estás saciado?

Frecuentemente creemos que la cantidad de alimentos que ingerimos es directamente proporcional al hambre que tenemos
Si bien el estómago nos indica cuando estamos llenos, este anuncio generalmente llega tarde ya que dicha señal tarda un tiempo en llegar al cerebro y cuando esta llega… zas!! Ya hemos comido de más.
Come un poco menos de comida y verás que en unos minutos estarás igual de saciado que si comes de más.


Alimentos “saludables”, no excederse

Si vemos que un determinado alimento está etiquetado como “natural” o “magro” podemos descuidarnos y terminamos comiendo más cantidad, muchos de estos alimentos tienen menos grasa o menos azúcar, pero tienen, y si comes de más puedes estar ingiriendo las mismas calorías (o más) que si fuera un alimento no “magro”.


No hacer de la comida un acto rutinario

Muchas veces comemos mirando la tele, o haciendo otra tarea y casi no nos damos cuenta que estamos comiendo, esto es un grave error. Cuando estamos distraídos comemos más y disfrutamos menos lo que comemos, por ejemplo ni soltamos los cubiertos entre bocado y bocado, algo que aunque parezca una tontería, es importante para comer más despacio.
Cuando te alimentes, no mires tv, sé consciente de que estás comiendo y de lo que comes, de esa forma comerás menos (y disfrutaras más).


Olvídate de dietas rigurosas

Si quieres adelgazar, nada de dietas extrañas. Estas dietas exigen grandes cambios en los hábitos de la persona y esto es lo más equivocado que puedes intentar hacer.
Lo que realmente da resultado es hacer cambios pequeños que sean sostenibles en el largo plazo.


No saltearse comidas

No estar muchas horas sin comer, ¿porque? Es parte de la evolución humana, el organismo no sabe si quieres adelgazar o si estás perdido en el desierto y no tienes alimentos, en ese caso el cuerpo queda stand-by y el metabolismo baja notablemente para guardar grasas.
Además, las personas que se saltan alguna comida son más propensas a comer en exceso después, por eso los especialistas siempre recomiendan hacer las cuatro comidas del día.


Los horarios en que comes

Cuanto más temprano comas mejor. Recientemente se hizo un estudio en el cual se dividieron en dos a un grupo de personas, el primer grupo los que almorzaban antes de las 3 de la tarde y un segundo grupo los que almorzaban después de esa hora. En promedio, las personas que comían más temprano tenían un 20% menos de peso.
No en vano hay una regla que dice: desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo.