Las claves de la fatiga crónica



Como consecuencia de la vida moderna prácticamente todas las personas padecen o han padecido experiencias de cansancio.
La  mayoría de las veces esta fatiga puede ser resuelta después de un buen descanso, de todas formas no es así en todos los casos.
Para algunos individuos el cansancio se convierte en un problema constante que condiciona su vida cotidiana y tiene efectos nefastos sobre su calidad de vida.



El cansancio (o fatiga) crónico consiste en un agotamiento generalizado de nuestro cuerpo que lleve 4 meses o más evolucionando. Su principal manifestación es la reducción en las actividades que realizamos diariamente, así como el desmejoramiento de las responsabilidades, ya que estas cuestan más trabajo en realizarse ofreciendo una sensación de lentitud, lo que conlleva a una importante baja en la productividad. Este problema se convierte en ocasiones en un elemento contraproducente para la enfermedad, porque de alguna manera presiona a nuestro organismo a realizar mucho más esfuerzo generando aún más cansancio.


Causas y síntomas de la fatiga crónica

El cansancio crónico es una enfermedad que puede ser causada por múltiples factores, por ejemplo, un divorcio, problemas laborales, depresión, falta de sueño,  deficiencia de vitaminas o minerales, una enfermedad reciente o un embarazo.
Afecta las funciones emocionales, cognitivas y físicas.
 Los síntomas más comunes son: fatiga emocional, falta de empatía hacia los demás, falta de energía, irritabilidad, ansiedad, mal humor, trastornos del sueño, nerviosismo, pérdida del deseo sexual y dolor de cabeza.
También con esta enfermad podemos presentar dolores musculares, dolor en la garganta, aparición de ganglios y una notable pérdida en nuestra concentración.

En algunos casos menos comunes, estos síntomas se deben  a determinadas causas físicas, como por ejemplo algunas pérdidas de sangre que ocurren en el aparato gastrointestinal (gastritis, ulcera gastroduodenal, pólipos de intestino grueso, carcinomas digestivos, hemorroides). Otras responden a pérdidas ocurren en el aparato genitourinario (infecciones crónicas en vías urinarias, pólipos en vejiga, sangrados uterinos, menstruaciones abundantes).


Recomendaciones para combatir la fatiga crónica

Por lo general los casos más agudos de cansancio crónico son  tratados con medicamentos antidepresivos, pero también es beneficioso seguir algunas pautas  para fortalecer el sistema inmunológico de nuestro organismo para poder llegar a controlar los síntomas, estos son:
  • Hacer ejercicio físico, ya que es estimulante.
  • Energizar la dieta, por ejemplo comer cada tres horas algo en pequeñas cantidades y no pasarse horas enteras sin ingerir algo.
  • Consumir hidratos de carbono, ya que estos se digieren rápidamente y aportan azúcar, proveen energía constante y la mantienen por mucho tiempo. Están en las pastas, legumbres, cereales, pan (si es integral mejor) y arroz.
  • Procurar productos lácteos, como el yogur, la leche cultivada, los quesos descremados, ya que tienen bajo contenido graso. 
  • Evitar en lo posible los chocolates, golosinas y refrescos azucarados. Si bien aportan energía, no la mantienen por mucho tiempo. 

¿Se puede curar el cansancio crónico?

Sí, por supuesto que se puede curar, si bien los casos más graves son de difícil tratamiento.
Cuando se hace el diagnóstico necesario de esta enfermedad es porque el paciente ha bajado el 50% de su rendimiento (en algunos casos más graves el descenso es superior al 50%), entonces se necesita recuperar ese otro 50%, con todo un tratamiento multidisciplinario.

El tratamiento puede durar de 3 hasta 10 meses, dependiendo la gravedad de cada caso y un neurólogo es el especialista indicado que lo debe diagnosticar y tratar.

Es importante que ante cualquier duda de estas molestias no dejar que avance la enfermedad, cuanto más avance o mayor porcentaje se tenga de déficit es más difícil recuperar el beneficio. El diagnóstico y tratamiento son inmediatos y lo mejor es acudir al médico.

El Café y sus beneficios para la salud


Seguramente hayas visto alguna vez una lista sobre alimentos y bebidas buenas o malas para la salud, y ahí está el café.
Sin dudas que el café ha sido una de las bebidas más controvertidas de la historia.
Hay quienes le adjudican efectos negativos sobre la salud, pero no debemos fiarnos por opiniones sin base científica,  sino de los resultados que estudios de investigación sobre el consumo del café se han realizado en los últimos años en relación con la salud de las personas.
Veamos algunos ejemplos.





Lo primero que debemos saber es que la mayoría de los supuestos efectos negativos que se asociaban al consumo de café han sido refutados cuando se han analizado científicamente.
En los últimos tres años han sido muchos los estudios realizados al café, la mayoría con resultados positivos.


Pruebas concretas

La gran mayoría de las personas cree que el café es nocivo para la presión arterial, ya que la hace subir… pues bien, la Universidad de Boston ha realizado una investigación durante un año y medio, en la cual se medía la presión arterial a estudiantes que habitualmente tomaban esta bebida, los resultados fueron que no había ninguna diferencia entre estos estudiantes y aquellos que no tomaban café habitualmente.
Por tanto la afirmación de que el café afecta la presión arterial es totalmente falsa.
Insólitamente durante este estudio se encontró evidencia que los alumnos que tomaban café antes de una prueba, sacaban promedialmente mejores notas que aquellos que no tomaban, ¿por qué?... los investigadores creen que su efecto estimulante  ayuda a centrar la atención y a mantener a los estudiantes más atentos.


El café y la salud

Sobre lo que sí hay pruebas concretas, es acerca de su efecto beneficioso para proteger el hígado…  incluso en las personas que ya tiene el hígado graso o en la prevención de demencia y Alzheimer, debido al efecto estimulante de la cafeína sobre el sistema nervioso central.
Además se ha descubierto que tiene efecto analgésico y los deportistas que lo consumen antes de entrenar les otorga un plus de energía que mejora su rendimiento.

Si del corazón hablamos, recientes estudios demuestran que tomar hasta 3 tazas al día de café reduce el riesgo de infarto ya que su consumo dilata las arterias.
En otro estudio se ha demostrado que cantidades moderadas de café aumentan la positividad de la persona, también se desprende de este mismo estudio que en las mujeres, aumentar la cantidad de cafeína es inversamente proporcional a los niveles de depresión.

Como si fuera poco, el café reduce los niveles de triglicéridos y por consiguiente reduce la presencia de síndrome metabólico y aún más recientemente se ha descubierto que reduce el riesgo de diabetes tipo 2, un 4% en hombres y un 8% en mujeres  que tomaban café con cafeína y 7% si era sin cafeína.
  
Algo sabido era el efecto que tenía la cafeína a corto plazo sobre el aumento de los niveles de glucosa y resistencia a la insulina.
Pero para sorpresa de los investigadores estos efectos no tenían el mismo resultado en el largo plazo sino que era muy beneficioso en la reducción del riesgo de diabetes, independientemente del consumo de cafeína.
Lo que nos hace pensar que no solo la cafeína es la causa de los efectos beneficiosos del café para la salud.


¿Qué contiene el café?

Es habitual que cuando pensamos en café enseguida pensamos en cafeína, pero el café contiene muchas otras sustancias beneficiosas, tales como los fenoles vegetales, el ácido clorogénico, y los quinidos, que funcionan como antioxidantes.
También posee diterpenoides que regulan los niveles de colesterol HDL y LDL.
Uno de los primeros problemas que tuvo el café fue que cuando se comenzaron los primero experimentos, estos se hicieron en ratas de laboratorio,  y en algunos de estos animales el café surtía ciertos efectos cancerígenos.
Hace poco tiempo y para sorpresa de los investigadores se halló que en los humanos, a diferencia de las ratas, el café ayuda a protegernos de ciertos cánceres (cáncer de próstata, de piel, colorrectal y de endometrio).
 Así que hasta ahora las evidencias siguen estando a favor del café.
Y a quienes les guste esta bebida pueden disfrutarla con tranquilidad.
Si aparecen problemas para conciliar el sueño, no tomar la última taza después de hasta tres horas antes de acostarte.

Eso sí!! Precaución en embarazadas, los bebes no metabolizan la cafeína, por tanto las mujeres embarazadas no debieran tomarlo (si el café es descafeinado no hay problema).

Insomnio, ¿qué podemos hacer?



De la calidad del sueño depende, en gran medida, nuestra calidad de vida.
El insomnio  es un problema que sufren muchas personas a diario y que acaba repercutiendo en su rendimiento cotidiano.
“El sueño es como un taller de reparaciones.  Arreglamos todo lo que hemos gastado a lo largo de la jornada para estar a punto al día siguiente”, dicen algunos científicos.
Si duermes poco o mal, tu estado físico y de ánimo se puede ver resentido, estarás más cansado y somnoliento, y desde el punto de vista psíquico, más irritable,  si este problema se extiende a lo largo del tiempo, tu salud se puede ver afectada.




¿Qué es el insomnio?

Lo primero que hay que decir sobre el insomnio es que no es una enfermedad, es un síntoma… ahora si este problema no lo resolvemos, puede acarrearnos varias enfermedades.
Durante la noche se producen una serie de funciones vitales en el cuerpo, y por ello, es esencial dormir.
El estrés crónico y los eventos traumáticos provocan que el cerebro se vuelva hiperexcitable, lo cual afecta el equilibrio del sistema nervioso, es aquí cuando se produce un estrés y una tensión adicional sobre nuestro funcionamiento físico y psicológico, creando un desequilibrio que termina alterando significativamente el sueño y la salud en general.


Pasos para evitar el insomnio

Pensamientos tranquilos: es fundamental disminuir la hiperexcitación de la que hablamos, porque allí radica uno de los problemas que llevan directamente al insomnio, ¿Cómo podemos hacerlo? Hay varias técnicas, quizás la más efectiva sea la meditación, trata de dedicarle 15 minutos a la meditación antes de acostarte, de esa forma lograrás bajar el nivel de las ondas alfa del cerebro y desconectarte de los problemas cotidianos.

 No acostarse enseguida de comer: deja que pasen al menos dos horas y recuerda, no vas a correr una maratón sino que vas a descansar, en ese caso tu cuerpo no necesita tanta energía, por tanto la cena debe ser liviana.

Realizar ejercicios físicos todos los días: Ya verás como el mismo cuerpo te va a solicitar ese descanso, además de sentirte mucho más relajado mentalmente con respecto a las preocupaciones.
Las sustancias que segrega el cerebro después de realizar ejercicios físicos, nos hacen sentir más optimistas, algo que junto al cansancio del cuerpo después del ejercicio nos proporcionará el descanso que buscamos diariamente.
  
Acostarnos y levantarnos a la misma hora: incluso en los fines de semana, es importante para regular nuestro descanso. Veremos cómo poco a poco el mismo organismo nos va solicitando ir a descansar cuando se acerca la hora.

Leer un libro: el leer es un inductor al sueño fabuloso, mucha gente se acuesta a leer y tras unas pocas páginas leídas, el sueño viene como por arte de magia.

Evita llevarte trabajo a tu casa: cuando llegas a casa después del trabajo, cierras la puerta y echas el pestillo. Ya estás en tu hogar, olvídate del estrés de la oficina. Si eres capaz de dejar los problemas laborales para el día siguiente, dormirás mucho mejor.
  
No discutas antes de ir a dormir: los problemas del trabajo bien que se pueden dejar en la oficina, pero de los problemas de pareja y de familia no es tan fácil escapar. Al fin y al cabo vives en tu casa. Estas disputas generan mucha tensión en el hogar, y también pueden provocar insomnio.

Evita ordenadores y TV: al menos 45 minutos antes de dormir, los investigadores dicen que la incidencia de la luz directa a nuestros ojos excita las ondas cerebrales y eso nos quita el sueño.

No fumar: en el caso que sea fumador, debe recordar que la nicotina tiene un efecto estimulante sobre el sistema nervioso, por lo tanto, lo mejor sería evitar el tabaco siempre, pero en caso de no poder dejarlo, al menos no debería fumar en las 3 horas anteriores de la hora de irse a acostar.

No dormir boca abajo: es la postura que debemos evitar, es muy mala para la respiración y la espalda ya que no respeta la curvatura de la columna, también es importante un buen colchón que no sea ni demasiado duro ni demasiado blando, debe adaptarse a nuestro cuerpo y no nuestro cuerpo el que se adapte a él.


¿Hay enfermedades que provocan insomnio?

Si y en estos casos la falta de sueño no se puede tratar siguiendo los consejos que te damos en este artículo.
En este caso lo mejor es ponerse en manos de un profesional. Cuando a una persona le cuesta mucho dormir durante tres o cuatro semanas, es importante ir al médico de cabecera.
Son muchas las pruebas que se pueden hacer para diagnosticar el origen del insomnio. La más común es observar al paciente mientras duerme e ir tomando nota de sus constantes. En este caso, se puede averiguar si es una enfermedad la que impide dormir bien, y si ese es el caso, iniciar un tratamiento.
En cuanto a las enfermedades que pueden provocar insomnio, algunas de las más comunes son: problemas de tiroides, fibromialgia y síndrome de piernas inquietas.