Cómo el ejercicio aeróbico nos protege del cáncer

Una nueva investigación ha demostrado la tesis sobre la capacidad que tiene ejercicio físico para ejercer un efecto protector contra el cáncer. En este caso, los resultados obtenidos por los investigadores demuestran que el ejercicio aeróbico moderado desencadena la activación de genes supresores de tumores cancerígenos.
Veamos como se produce...


La tarea de investigación estaba compuesta por 12 mujeres que habían sido sometidas a un tratamiento contra el cáncer de mama. Estas mujeres fueron seleccionadas para participar en un exámen para evaluar los efectos de 6 meses de ejercicio sobre una serie de hormonas entre las que se encontraba el factor de crecimiento insulin-like. 
Mediante análisis de sangre que fueron realizados antes y después del programa de entrenamiento, los investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale, en New Haven, Connecticut, descubrieron cambios significativos en el estado de metilación del DNA de 43 genes, comparando los resultados de las mujeres que realizaron los 6 meses de ejercicio aeróbico moderado con mujeres que no participaron en el mismo.

Los investigadores analizaron también la expresión genética en un panel independiente de 348 muestras de cáncer de mama. En este apartado del estudio, los científicos buscaron asociaciones entre los niveles de expresión génica y las tasas de supervivencia al cáncer de mama. De todos los genes asociados con las mayores tasas de supervivencia, tres de ellos habían sido encontrados también en el estudio de ejercicio.


Los resultados

Uno de estos genes fue el p53, que resultó ser un gen supresor de tumores. En los pacientes que habían sido sometidos al programa de ejercicio aeróbico, el gen p53 estaba desmetilado, lo que es indicativo de un incremento en la expresión génica. En las mujeres que no habían sido sometidas al programa de ejercicio, el gen estaba metilado (esto quiere decir que el gen estaba sin actividad). Según los investigadores, "la elevada expresión de este gen está asociada con un riesgo bajo de recurrencia tumoral y por lo tanto, a un mejor pronóstico de supervivencia." Para corroborar estos resultados se planea realizar nuevos y más profundos estudios donde se puedan testar estos esperanzadores datos. Si estos trabajos confirman las conclusiones obtenidas, el ejercicio físico se convertiría en un excelente apoyo para mejorar las expectativas de supervivencia de las pacientes de cáncer de mama, y el estado de metilación del DNA del gen p53 podría ser usado como marcador genético para pronosticar la respuesta al tratamiento de estos pacientes.