Los mitos del cerebro

El cerebro humano, esa masa de un kilo y medio que llevamos en la cabeza, es la entidad más compleja que se conoce en el Universo.
Y a pesar de los grandes esfuerzos de los científicos para entenderlo, sigue siendo un gran desconocido.



No sólo se desconocen sus grandes misterios, también está rodeado de muchos mitos y creencias falsas sobre lo que es y cómo funciona.
Por ejemplo:

LOS HUMANOS SOLO USAMOS EL 10% DE NUESTRO CEREBRO
Éste es un mito que se ha escuchado desde los años 1970 y que se ha utilizado para estimular al ser humano a que despierte su enorme 90% de capacidad cerebral desperdiciada.
Desde hace cuatro décadas los expertos sabían que esta creencia era un disparate y ahora, gracias a los enormes avances en tecnología, se ha podido comprobar que es un mito.
"Las imágenes funcionales nos han demostrado que hay muy pocas regiones del cerebro que no se activan con algún estímulo", dice la profesora Sophie Scott del Instituto de Ciencia Cognitiva de la Universidad de Londres.
Incluso una actividad sumamente simple, como apretar el puño, requiere el uso de mucho más que un 10% del cerebro, agrega.
Un escáner funcional cerebral revela que un enorme número de neuronas entran en acción cuando planean e inician la contracción de los músculos de nuestros dedos y palma de la mano.

EL LADO IZQUIERDO CONTRA EL LADO DERECHO DEL CEREBRO

Anatómicamente, el cerebro está dividido en dos mitades: el hemisferio izquierdo y el derecho.
Existe cierta división de labores entre ambos.
"Hay grandes diferencias entre el lado izquierdo y el derecho del cerebro", explica la profesora Scott.
"Pero la gente realmente no se refiere a esto cuando menciona estos términos en público. Y esto es algo muy frustrante".
En algunos libros de autoayuda y en cursos para mejorar la gestión empresarial se presenta a los hemisferios cerebrales como dos entidades separadas y en pugna.
Se muestra al hemisferio izquierdo como el encargado de la lógica y la racionalidad. El derecho es la fuente de la intuición y creatividad.
Por lo tanto, dice el mito, si tú eres una persona lógica utilizas más tu hemisferio izquierdo, si eres más sensible y artística estás regido por tu hemisferio derecho.
Según esta creencia, todos seríamos mucho más exitosos y estaríamos más satisfechos si aprendiéramos a explotar todo el potencial de ambos hemisferios.
Pero según la profesora Scott, los individuos se diferencian en la forma como razonan sus problemas y como reflexionan sobre el mundo, pero esto no tiene nada que ver con los distintos equilibrios"de poder" entre sus hemisferios cerebrales.
"Algunas personas tienen una capacidad de representación visual realmente buena. Otras tienen una buena capacidad de representación auditiva. Hay muchas variaciones en el mundo de la forma como recogemos y procesamos la información", explica la experta.
"Pero reducirlo a la 'lógica' del cerebro izquierdo y la 'creatividad' del derecho no es un enfoque que comprende lo que hemos visto sobre la forma como opera el cerebro".
"Además también sugiere que la gente usa más un hemisferio que el otro y realmente no es así como funciona".


LA LUNA PROVOCA CONDUCTAS ANORMALES

Las leyendas dicen que la luna llena está asociada a la demencia -de allí la palabra "lunático"- y al hombre lobo y otras ocurrencias desagradables.
Sin embargo, los estudios de psicólogos y epidemiólogos sobre el asunto muestran que la evidencia sobre la influencia lunar en la conducta humana es bastante elusiva.
Hasta ahora no se ha logrado descubrir una asociación entre el periodo de luna llena y un incremento en eventos como asaltos, arrestos, suicidios, llamadas a centros de ayuda, admisiones psiquiátricas y accidentes de autos.
Eric Chudler, quien se ha encargado de compilar una larga lista de investigaciones sobre el tema afirma que "gran parte de los datos -del gran número de estudios que se han llevado a cabo- muestran que no hay una asociación entre la fase lunar y algún tipo de conducta anormal".

ESCUCHAR A MOZART TE HACE MAS INTELIGENTE

El compositor clásico Amadeus Mozart es el tema central de una idea que comenzó a prosperar en los 1990.
Mucha gente comenzó a pensar que tocar la música de Mozart a los niños pequeños, e incluso a bebés, puede mejorar el desarrollo cerebral y hacerlos más inteligentes.
A diferencia de otros mitos, éste tiene algo de cierto.
Este mito se llegó a conocer como el efecto Mozart. Y se presentaron argumentos sobre la mejora en el coeficiente intelectual en un estudio publicado en la revista Nature en 1993.
La investigación descubría un experimento en una universidad de California en el que estudiantes llevaban a cabo una serie de tareas de razonamiento espacial.
Los estudiantes que escuchaban una pieza para piano de Mozart antes de la prueba lograron mejores resultados que los que escuchaban una música de relajación o simple silencio.
Pero la mejora que se lograba con la sonata desapareció después de unos 15 minutos.
Dos años después de esa publicación, los medios de comunicación se encargaron de convertir una simple observación interesante en un gran concepto de que tocar la música de Mozart a los niños los hacía más inteligentes.
Después, varias compañías lanzaron al mercado CDs del genio musical dirigidos específicamente destinados a ese propósito.
En Estados Unidos, el estado de Georgia regaló a madres de recién nacidos en 1998 sus propios discos de Mozart.
Algunas personas presentaron teorías de que las estructuras musicales de las composiciones de Mozart tenían una influencia biológica especial en las conexiones del cerebro.
En estudios subsecuentes, se descubrió que lo cierto era algo mucho más mundano.
Se supo que oír cualquier pieza de música estimulante justo antes de llevar a cabo una serie de tareas mentales te hace mucho más alerta y entusiasme y puedes tener un mejor rendimiento.